- Times incluyó a la Presidenta Sheinbaum en su lista de líderes ambientales más influyentes del mundo y destacó sus políticas verdes en la CDMX
Ciudad de México; 16 de noviembre de 2024
Pocos líderes mundiales pueden afirmar que saben tanto sobre la ciencia climática como la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, una ex académica que contribuyó a la redacción de dos importantes informes para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Sin embargo, Sheinbaum tiene un camino complicado que recorrer si quiere estar a la altura de sus credenciales científicas mientras dirige un país rico en petróleo azotado por sequías y huracanes.
Sheinbaum impulsó algunas políticas verdes en su papel anterior como alcaldesa de la Ciudad de México, presentando los primeros autobuses eléctricos de la capital y cubriendo el techo de su gigantesco mercado de alimentos con paneles solares. Pero debe su ascenso político a su mentor de toda la vida y poderoso predecesor, Andrés Manuel López Obrador. López Obrador, un nacionalista de los recursos, invirtió miles de millones de dólares en la petrolera estatal Pemex, uno de los peores contaminadores del mundo, y cortó las rodillas del vibrante mercado de energía limpia del país al tiempo que permitía la destrucción de franjas de selva tropical. Sheinbaum ahora enfrenta prioridades conflictivas. Se ha comprometido a seguir apuntalando a Pemex y al mismo tiempo presentar un plan «ambicioso» liderado por el estado para la transición energética. «Todos necesitamos empresas energéticas estatales, públicas y fuertes que garanticen energía limpia a precios bajos para las generaciones actuales y futuras», dijo en su toma de posesión el 1 de octubre.
Hasta ahora, su plan no contiene muchos detalles y algunos expertos temen que su promesa de invertir 13.600 millones de dólares en energías renovables no acerque a México a su objetivo de que el 45% de la energía sea limpia para 2030 si no permite un mayor papel del sector privado. Y aunque Sheinbaum ha luchado por hacer mella en la crisis del agua en la Ciudad de México, como presidenta ha prometido una importante reforma para el acceso equitativo en todo el país. Sheinbaum ya se ha distanciado notablemente de López Obrador en cuanto a la retórica verde y, si cumple con esas palabras, su mandato de seis años podría convertir a un país rebosante de potencial renovable en un líder climático global.