Tepic, Nayarit; 27 de mayo de 2023
…Rodeado por un enorme puño de celulares que grababan y tomaban fotografías en la Conferencia de prensa del lunes, el Dr. Miguel Ángel Navarro describía la realidad cruda con su ánimo por brincar todo obstáculo en un Estado al que se le acumularon décadas y décadas de males y que lo fueron induciendo en una especie de anestesia política que prolongó su limbo ficticio la embriaguez del poder.
Se refirió en metáfora a la sequía social y al entretenimiento de la gente con fiestas y cabalgatas que distraían a la sociedad mientras la empobrecían, en referencia clara a «los pachucos de la política que se lucen con lo ajeno».
Podría sacar por lo menos 10 fragmentos o reflexiones de la conferencia. Anoto solo algunas. «Ya no es necesario irle a planchar las camisas al líder sindical para tener una plaza. Una deuda cercana a los 588 millones de pesos con el ISSSTE, 700 millones de deuda con el SAT. A las organizaciones sindicales les pido no se metan con lo que le corresponde al gobierno. Algunos sinvergüenzas han tratado de manipular para que no haya clases. Soy bondadoso, pero no tonto. No a las herencias familiares sino a las conciencias sociales».
Esta es la decisión crucial, todo es cuestión de equilibrio, justicia social, más aún en el ejercicio de la vida pública. Por supuesto que todo ello toma riesgos. Como médico, sabe Miguel Ángel Navarro que las consecuencias de un estado patológico, de una enfermedad crónica que no se trata, se corre el riesgo de agravar la situación del paciente.
En lo político ocurre exactamente lo mismo; estas dolencias sociales de Nayarit las tiene en un certero diagnóstico que habrá que someterlas al urgente quirófano. Como él mismo lo expresó, que trae no una radiografía, sino una resonancia magnética de Nayarit.
La salud política de Nayarit está en sus manos y en el respaldo de los «familiares del paciente» (los nayaritas). La responsabilidad elemental del Dr. Navarro hacia «el paciente», no está a discusión.
Su juramento Hipocrático como médico lo asemeja al juramento social que rindió en su toma de protesta.
El tiempo dará la razón.
Al tiempo…
Un abrazo como siempre.
Así las cosas.