“La casualidad es una combinación de circunstancias que se pueden evitar.”
Literatura sobre la casualidad
Tepic, Nayarit; 1 de marzo de 2025
SUS NOMBRES
Estos son los nombres que usamos para referirnos cotidianamente a la casualidad.
Suerte, azar.
Accidente, albur.
Acaso, eventualidad.
Imprevisto, contingencia.
Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis y personaje importante en la psicología y en la psiquiatría, la casualidad no existe. Al encontrar “por casualidad a alguien”, él decía que, de alguna manera, ya lo habíamos visto con el rabillo del ojo.
Dejando la idea de que todo estaba en nuestro inconsciente.
Lo que sucedía, es que en otro momento lo sacamos al exterior.
IMPORTANTE
Es importante marcar con un fijador, con un alfiler a la casualidad, para entender que el proceso dinámico de la vida, la historia y la sociedad, ya nos venía marcando hechos, datos y acontecimientos, que iban a sucedernos en este siglo XXI. En el 2024 y 2025, que tenían antecedentes fuertes en el sexenio anterior, como en otros anteriores.
Porque fueron los norteamericanos los que crearon el mundo del libre comercio.
Del capitalismo pleno en todos los sentidos de la vida.
Pero ahora, creo y estoy seguro, que sin casualidad y respondiendo a un cerrado proteccionismo, lo niega actualmente su presidente Donald Trump.
Pretendiendo ahora lo inverso, de buscar establecer una economía cerrada, protegida.
Para entender que el que puede lo más, puede lo menos. El más fuerte, el poderoso, el dominante. Decide e incluso impone, lo que le conviene a él, al margen de los demás. Ahora el mundo globalizado, el mundo de mercado abierto, ya no le interesa.
Lo conocimos en su primer mandato amenazando con aranceles. Pero dejó la alternativa de no ponerlos, si a cambio México hacía lo que él quería. Lo que, a los intereses de su país, en ese momento histórico para su proyecto político convenía.
Para atender la expectativa de la base social, económica y política que lo llevó al poder.
Es decir, los supremacistas blancos. Las extremas derechas. La clase millonaria, con un gran poder de decisión en Estados Unidos.
En el pasado sexenio, vivimos sus presiones por dos años, sin preocuparnos de tener las previsiones que luego nos pudieran servir para defender la economía del país.
NOS OLVIDAMOS
Del Estado de Derecho.
De establecer cero impunidad a la delincuencia organizada.
Cero tolerancias a los cárteles del narcotráfico.
No promoción a las caravanas cada vez más grandes de migrantes, por nuestro territorio.
No ceder territorio a los criminales que cobran vidas y derecho de piso, por todo el país.
De aceptar como parte de la democracia, el respeto a los equilibrios de las oposiciones.
Como de respetar con formalidad los Derechos Humanos.
NO CUIDAMOS NUESTRAS FRONTERAS Y MÁS.
Ni el sur, donde el crimen organizado ha tomado amplios territorios: en Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, donde tenemos al destino de primer mundo turístico Cancún. Como también descuidamos a Mazatlán y a toda Sinaloa. Acapulco y a todo Guerrero. Colima y su puerto, Veracruz y su puerto. Michoacán y al puerto de Lázaro Cárdenas. Tamaulipas y una parte importante de Chihuahua. Zacatecas y a buena parte de Coahuila y Nuevo León, Guanajuato. En las pistas y autopistas donde a diario son asaltados los transportes de carga, hay un número de videos, que muestran a los choferes, sus organizaciones y las cadenas de televisión.
DE TAL MANERA
De tal manera, que pretender manejar “otros datos”, o la política de seguridad pública de “abrazos y no balazos”, ahora nos han traído consecuencias serias.
Consecuencias que no hay que adjudicárselas a la mala suerte.
Pero de ninguna manera, tampoco a la casualidad.
Porque hemos dejado crecer a los delitos dolosos.
A las desapariciones forzadas.
Al tráfico de drogas y al fentanilo en particular. Hechos que hemos negado una y otra vez.
Toda esa enorme carga negativa, ha crecido y ya rebasa la molestia de la ciudadanía del país, que está cansada. Para volverse también molestia en el país vecino, por cientos de miles de enfermos con las drogas que trafican los capos mexicanos. E igualmente una infinidad de defunciones de sus ciudadanos. Ahora está en el juego nuestra política internacional con otros países, que nos han hecho observaciones y que no hemos sabido atender y resolver a tiempo. De tal manera, que esta nueva etapa de gobierno de Donald Trump, tiene acento en su estilo. Pero ayudan nuestras omisiones en no haber cuidado la vida sana, ordenada, legal y pacífica de nuestro país.