Tepic, Nayarit; 8 de julio de 2024
De los bares y cantinas que estaban por la calle Veracruz, entre la avenida Victoria y la calle Bravo, solamente permanece uno abierto: el Centro Recreativo, “Chendo’s-Bar”, debido a un amparo interpuesto oportunamente, y cuyo encargado es el señor Rosendo Medina Castillo, a quien asocian con los dueños, pero nada más se encarga de la barra hasta las 14:00 horas diariamente.
El señor Medina Castillo ha incursionado en el ambiente de bares y cantinas desde su temprana juventud, pues una vez que salió de la escuela primaria, Francisco I. Madero, situada por la calle Morelos, en el Centro Histórico de Tepic, Nayarit, empezó a ayudar a su señor padre en un bar que estaba al sur de la calle León y que llevaba por nombre “Chabacanos-Bar”.
Don Rosendo Medina, quien ya frisa más de 80 años de edad, nació en Santiago Ixcuintla, Nayarit, sin embargo, su familia se vino a radicar a la capital nayarita cuando él contaba con algunos meses de vida; nunca preguntó el motivo del cambio de residencia, pues prácticamente ha vivido toda su vida en Tepic, por lo que se considera tepiqueño de corazón.
Medina Castillo ya no se separó del negocio de las cantinas y bares trabajando en varios establecimientos de este ramo prácticamente situados en todos los puntos cardinales de Tepic. Pero alguna vez fue propietario en sociedad cuando se conformó el conglomerado de bares y cantinas que se llegó a denominar “Los Parianes” que estaban en la margen derecha del río Mololoa, cerca del puente del ferrocarril y del boulevard Colosio, conocidos estos bares como “los basureros”. Una vez que estas cantinas desaparecieron se fue a trabajar a otros bares hasta que llegó al Chendo’s-Bar, en el que ya tiene más de 15 años laborando.
Este centro recreativo se distingue porque no hay mujeres que atiendan las mesas, además de contar con una clientela de pura gente conocida, casi puros hombres en su mayoría, por lo que para disuadir a gente extraña se coloca un letrero con la leyenda: “prohibido el paso”. Comenta don Rosendo que hasta hace cinco años sí había mujeres atendiendo las mesas, pero se daban casos problemáticos tanto con los clientes como las mismas mujeres, por lo que se consideró mejor que hubiese meseros varones; aunque aclara don Rosendo que sí se permite el acceso de mujeres siempre y cuando lleguen acompañadas y se retiren en la misma forma.
Y a propósito de mujeres, comenta don Rosendo que llegó a ser líder sindical en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en el ramo de bares y cantinas, y esto debido a que por una parte del gobierno estatal que inició en 1999 no quería que hubiese mujeres en bares y cantinas, por lo que se formó una asociación de mujeres que podrían quedar sin trabajo debido a esta medida, una asociación que se llegó a denominar “Ser Mujer”, así que tanto él, don Rosendo Medina como el también líder sindical de aquel entonces, Eleazar Dávalos Marín, se abocaron a defender el derecho al trabajo de estas mujeres que no tenían a dónde ir a trabajar, pues era a lo que se habían dedicado casi toda su vida activa.
Afortunadamente el gobierno estatal comprendió que era un mal necesario el que algunas mujeres tuvieran que trabajar en este ramo, por cierto, a veces muy riesgoso por los varones pasados de copas; aunque también fueron apoyados en gran medida por el gobierno municipal de aquellos años de principios de este siglo XXI.
Señala Medina Castillo que, durante su presencia como líder sindical de la CTM en el ramo de bares y cantinas, siempre fue muy bien atendido por los presidentes municipales, así como en algunos casos, de sus sucesoras. Así que, cuando desapareció la zona de tolerancia o zona roja de la capital nayarita, fue consultado, junto con otros compañeros, para determinar un lugar adecuado para establecer una zona tal por significar esto como un mal necesario so pena de que toda la zona urbana de Tepic se pudiera convertir en una zona de tolerancia sin techo. Comenta don Rosendo que se sugirió en su momento que podría ser en las inmediaciones de El Aguacate, al poniente de la ciudad, pero fue desechada la idea, también otras personas señalaron las inmediaciones de la población de Bella Vista, al norte de Tepic; sin embargo, fueron los mismos habitantes de aquel poblado quienes, cuando se dieron cuenta de esta intención, protestaron y también este proyecto quedó en el olvido.
Abundó don Rosendo que, a pesar de andar llegando a los 90 años de edad, aún se siente como pez en el agua en su trabajo.
Sea pues. Vale.