Tepic, Nayarit; 16 de octubre de 2023
El estado de Nayarit ha perdido a un grande de la comunicación escrita y hablada. El día de ayer lunes 16 de octubre se dio a conocer la triste noticia del lamentable fallecimiento del poeta, escritor, columnista y excelente amigo, don Sergio Ramírez Barba, más conocido en el mundo periodístico y de las letras no nada más en Nayarit, sino en varias partes de la República Mexicana e incluso en el extranjero, como “Pica Lica”.
Si bien se dice que no es ético escribir en primera persona en una columna de opinión, en ocasiones es necesario como ahora, para dar un enfoque respecto a este gran personaje de la palabra escrita y dicha.
De vez en cuando veía un servidor a un señor ya mayor de edad montado en una pequeña motocicleta, más vistoso por portar un pequeño sombrero, pues daba más bien una imagen pintoresca que algo más.
Conocí a don Sergio Ramírez Barba (Pica Lica) ya de cercas y en persona, en un ciber que estaba a una cuadra de su casa, por la misma avenida Prisciliano Sánchez, casi esquina con la calle Lerdo, un negocio que era atendido por dos muchachas muy jóvenes, una de nombre Silvia y la otra, Diana. Tal vez Pica Lica llegó a este cíber por haberle fallado su máquina de escribir o posiblemente como un servidor: por no contar con una en casa. Esto fue a finales del año de 1999. De inmediato me llamó la atención porque le pidió a una de las chicas que ahí atendían a quien llegara solicitando una computadora, si le ayudaba a escribir unas notas que llevaba escritas en un cuaderno, diciéndole al a muchacha que se le habían olvidado sus lentes y como ya estaba ahí, pues de una vez.
La chica accedió de buena manera y comenzó a escribir el dictado de Pica Lica; sin embargo, los ahí asistentes, la mayoría adolescentes de ambos sexos y uno que otra persona ya mayor, guardamos silencio al oír decir a la muchacha si así quería que escribiera lo que le estaba diciendo Pica Lica, y el silencio fue por la voz alta de la muchacha y más, porque Pica Lica le respondió a la chica que así estaba bien, tal y como le estaba dictando, que la palabra “meados” no tenía nada de malo. La muchacha se rio y siguió escribiendo el dictado de Pica Lica.
Como la chica y Pica Lica estaban en la computadora que estaba al lado de donde yo estaba, claramente oía el dictado y, obviamente, lo que oía por parte de Pica Lica me daba risa, pues la mayoría eran puros albures, muy graciosos, por supuesto, por lo que más que atender lo que yo estaba haciendo, mejor paré oreja para seguir oyendo el dictado del tremendo escritor que, desde entonces comprendí y más con el tiempo en que ya lo llegué a conocer y entablar cierta cercanía con él, de su agilidad para hablar y vacilar al o los oyentes y desde luego, a sus lectores; esto debido a su prosa que englobaba sarcasmo, humor y, desde luego, el clásico albur, lo que plasmó en sus seis libros que llegó a editar. Posiblemente haya escrito más libros; pero al menos estos seis son los que conozco.
Con base en una entrevista que realizó el reportero de la gente, don Oscar González Bonilla, al ahora desaparecido escritor y poeta, don Sergio Ramírez Barba, en diciembre de 2014, bajo el título de “Trasciende fronteras la lingüística de Pica Lica”, se puede comprobar cómo Pica Lica tuvo buen éxito dando conferencias en Perú, Ecuador y Chile, gracias al auspicio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), países en donde el impacto que causó a los asistentes a estas conferencias fue precisamente debido al lenguaje utilizado en algunos de sus libros publicados, sobre todo en donde mescla el caló de los barrios bravos del entonces Distrito Federal, hoy la Ciudad de México en donde vivió aproximadamente 25 años en la colonia Morelos, muy cercana a Tepito, La Merced y La Lagunilla, barrios bravos en donde captó lo que parece otro idioma, que es el caló.
Don Sergio Ramírez Barba fue licenciado en Derecho por la UNAM, en donde en sus años de estudio participó en competencias de clavados, natación y basquetbol. También fue amante de la buena música, el canto, la actuación, el baile, la escritura, destacando también en otras actividades deportivas.
Pica Lica llegó a participar en varios concursos de albures a nivel nacional, siendo en la mayoría de estos una ganadora, una mujer iletrada del barrio de Tepito, por cierto; pero que dejaba lejos a los albureros varones. Aunque también tuvo sus lauros en concursos de albures, coplas, versos y chascarrillos, triunfando en San Luis Potosí y Veracruz.
Sea pues. Vale.